EL ABANDONO DE LO PÚBLICO COMO ESTRATEGIA PARA IMPULSAR PROYECTOS INVASIVOS.

Se está convirtiendo en costumbre estar al tanto de los proyectos en Altza a través de la prensa y, en concreto, del Diario Vasco, a pesar de que tengamos una participación activa tanto en el Distrito Este como en las diferentes asociaciones de vecinos. Pero, ¡NO!, a través de la prensa, y de una manera propagandística, nos enteramos de muchos proyectos y temas importantes que nos conciernen.

En esta ocasión hablamos del proyecto de transformación del parque Estibaus de Altza. Está en Herrera, detrás de la calle Ederrena, junto al frontón. Pretenden limpiarlo, equiparlo y hacerlo más verde, “porque el estudio urbanístico del parque y su entorno próximo ha puesto de manifiesto la necesidad de priorizar suelos naturales y drenantes en su futura actuación, ampliando zonas verdes y zonas de estancia para posibilitar y promover las propiedades de este espacio público actualmente en desuso y con cierto deterioro. Con este criterio, propone convertir la fosa en un lugar diferente a través de una gran plaza blanda”. Así lo expresan.

Una vez superada nuestra perplejidad, porque no nos parece que este parque esté tan mal. Para deteriorado el paso desde Harriberri a Harrizahar por el parquecito lateral de la eskola que de ser un recorrido agradable que permitía acortar el camino al polideportivo y la casa de cultura, está inutilizable con la escalera destrozada, sus zarzas gigantes y sus ratas y todo. Desde que acabaron las obras del nuevo polideportivo estamos reivindicando su reparación y limpieza y ahí seguimos, como el primer día, con una zona totalmente céntrica sin rematar.

Pese a todo, debemos alegrarnos de que se haga una reflexión así, si no fuera porque los otros proyectos para Altza, como son la construcción salvaje en Auditz-Akular y Zardoya-Otis, entre otros, están en total contradicción con los objetivos establecidos para la nueva actuación.

Estamos de acuerdo en que hay que regenerar Altza, y hay que invertir en espacios públicos, pero todo esto nos parece un lavado de imagen ante la amenaza del proyecto como Zardoya-Otis y Auditz-Akular. Creemos que hemos entrado de lleno en campaña y vamos a tener que escuchar cosas así. A pesar de todo, bienvenida sea la mejora de este parque.

Pero, si tenemos que hablar de zonas degradadas, hay que mencionar, en primer lugar, la situación de abandono y ruina de las antiguas instalaciones de Zardoya-Otis y que sugieren una estrategia de degradación que permita “hacer tragar” a la población de Herrera la presencia de 456 nuevas viviendas y sus correspondientes torres en un espacio central del barrio, planteadas por el ayuntamiento de manera que los alrededor de 5.000 m² que por ley les corresponden como espacio libre se pretenden trasladar a más de 10 kilómetros.

Y lo mismo en el caso de Auditz-Akular. En los últimos tiempos proliferan huertas incontroladas, con cerramientos llenos de porquería y vertederos incontrolados con todo tipo de basura, sin que el ayuntamiento atienda a las denuncias de la vecindad. En Altza la infracción urbanística, el vertido incontrolado de todo tipo de residuos, la destrucción de arbolado y la ocupación de terrenos públicos con usos indeseables tiene “barra libre”. Para no verlo concejales y empleados municipales no vienen y punto.

A finales de 2023 medimos los espacios libres y verdes de Altza (recordamos que se extrae 1,78 m² por habitante, mientras que la Organización Mundial de la Salud marca 10/15 m² por habitante. Trabajo de Marco Sierra. Y poniendo sobre la mesa este insultante déficit, insistimos en que Auditz-Akular y Zardoya-Otis son dos zonas de oportunidad necesarias para la regeneración de Altza, como espacio natural y libre. Dichos espacios verdes responderían a los retos de emergencia climática y repercutirían favorablemente en el bienestar y calidad de vida de la ciudadanía. Desde luego creemos que ese sería el primer paso para hacer frente a la regeneración histórica que a Altza se le debe. Lo contrario no es más que pura demagogia.

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